GUERNICA XXI
Cabe
sospechar de la podredumbre
en
la que habitas;
de
la tierra ajada
que
los pies te pisan;
de
la humedad en la pared
que
recorta esporas sobre tu frente.
Cabe
sospechar de la hierba
que
ya no crece en el tejado
y
de esta casa en ruinas
que
la guerra edifica.
Ahora,
que mi único bagaje
en
este viaje, eres tú, hijo,
marchito
entre mis brazos,
sobre
una barquilla
de
almas en pena,
viajando
a ninguna parte,
solo
grito la vergüenza del mundo
a
través de tus ojos inertes.
Mi
pequeña golondrina,
cuando
el mar entre en tu boca,
te
escupirá la playa al alba
y
te hallará la prensa
con
la sien dormida
sobre
una cortina de humo
y
de arena.
Cabe
sospechar de tu indolencia,
cuando
observas, cuando callas
y
enmudeces a un oscuro pasajero
sentado
en el sofá de la indiferencia.
Con
tu silencio,
mi
niño se va.
Cae
una lágrima.
Su
última lágrima
se
anuda a mi pecho
como arañando la vida.
La
vida que nunca tuvo,
la que nunca, jamás, tendrá.
Trágico y potente a la vez. Me gusta mucho. Besos.
ResponderEliminarCertero y tan bello...
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